martes, 5 de abril de 2022

Los hijos de los antiguos siervos (parte 3)

 «La mera existencia de las bibliotecas proporciona la mejor evidencia de que todavía podemos tener esperanza para el futuro del hombre»

 (Se le adjudica esta frase a T.S. Eliot)

  

Los que hoy llamamos clásicos, fueron privilegiados que tuvieron acceso a periódicos o revistas de la época y libros, por supuesto. Leer era exclusivo de los educados, signo de distinción, que los diferenciaba de los siervos. Y escribir, así fuera una carta, era prerrogativa solo para ilustrados. En esas épocas, ser ilustrado, escritor y tener acceso a medios impresos garantizaba notoriedad y que su nombre fuera recordado en la posteridad.

Hasta antes de finales del siglo XX, la literatura cumplía la función primordial del entretenimiento, a falta de los avanzados medios audiovisuales de hoy. Digan lo que digan, la tecnología mató a la literatura o, para no ser tan tajante, la debilitó. Solo unos pocos "monjes" modernos seguirán leyendo un arcaico libro de novela, relatos, cuentos, ensayos y, menos, poesía y filosofía.

Hoy las bibliotecas se han convertido en salas de internet. Las que no, parecen vetustos museos que guardan reliquias: libros.

O quizás, el libro impreso y las bibliotecas atraviesan un periodo de oscurantismo y renacerán en un futuro. El tiempo dirá si habrá un nuevo Renacimiento.


¿Continuará?...

Abel Carvajal deja de escribir

 "La aventura de escribir ha terminado para mí en esta vida. Debo seguir por el sendero ancho que la Vida me muestra y prestar atención...